Las condiciones de sequía son cada vez más frecuentes en países de la región Mediterránea como España. Las proyecciones del Cambio Climático actuales sugieren además un reforzamiento importante de las sequías. Pueden esperarse restricciones del riego y otras afectaciones en la agricultura.
Las sequías reducen la capacidad de los embalses y provocan restricciones del riego, debido a la menor disponibilidad de agua.
La escasez de agua para riegos es un problema casi crónico en regiones españolas como la cuenca del Segura. No obstante, en regiones del Norte de España, como el Duero se prevén restricciones del riego, especialmente en León.
Uno de los casos con mayores riesgos de restricciones del riego son los regadíos de la zona del Orbigo.
Estos regadíos dependen de la capacidad de los embalse de Barrios de Luna (85%) y Villameca (15%).
La superficie agrícola del sistema del Orbigo representa sólo el 4,5% del área agrícola total de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD). No obstante esta área aporta el 16% del total de regadío de la CHD.
La zona del Orbigo concentra el 35% de todo el maíz del área agrícola de la CHD. El maíz es un cultivo con alta demanda de riego. Además, la superficie de maíz en la zona se ha multiplicado por cuatro en los últimos años. El trigo bajo riego y la patata son también importantes, con un 16 y 10% respecto al total de la CHD.
La zona del Orbigo y las restricciones del riego
Según los datos históricos de la CHD, el embalse de Barrios de Luna, del cual depende la mayoría de los regadíos de la zona, enfrenta un claro riesgo de desabastecimiento.
Los riesgos de desabastecimiento han sido recogidos en el Plan Hidrológico del Duero
El Plan señala que en las fases de alerta y emergencia se valorará reducir las dotaciones de riego y se reducirá el caudal ecológico al de condiciones de sequía, entre otras medidas.
Las temperaturas medias anuales aumentan y las precipitaciones totales anuales disminuyen en León desde 1960
Esto coincide con las proyecciones climáticas existentes.
Se espera que las temperaturas continúen aumentando y las precipitaciones medias disminuyendo en lo que resta de siglo.
Menos precipitaciones en la zona implican menor recarga del embalse de Barrios de Luna y otros embalses de la zona. Mayores temperaturas provocan un aumento de la evapotranspiraciones y de las necesidades de agua de los cultivos.
Los regantes del Orbigo enfrentan un riesgo evidente de restricciones del riego en el medio y largo plazo. Las tendencias climáticas y las series históricas de la región lo señalan claramente.
¿Qué puede hacerse para reducir el impacto de estas restricciones?
Hay varias medidas de adaptación a las posibles restricciones del riego que deberían considerar los regantes de la zona. Dismunuir la superficie de maíz es una de ellas. No obstante, esto podría resultar inconveniente desde el punto de vista económico.
Lo más recomendable sería certificarse con la ISO 22301. Para esto se debe realizar un análisis de riesgo completo, basado en proyecciones climáticas y modelos hidrológicos. Actualmente se dispone de herramientas de simulación hidrológica como FREEWAT, ligadas a Sistemas de Información Geográfica. Este análisis ofrecería estimaciones de la recarga de los embalses y la probabilidad de restricciones del riego para lo que queda de siglo. Los regantes podrían establecer un Plan de Riesgos, con las medidas adecuadas para cada caso. No obstante, esto podría resultar complicado y costoso.
Un análisis de riesgo más sencillo podría basarse en los datos históricos, considerando la variabilidad de las precipitaciones. Utilizando un generador de tiempo podría estimarse la probabilidad de restricciones del riego. Los pronósticos estacionales podrían además ajustar la probabilidad a las condiciones previstas para los próximos meses. A partir de la probabilidad de restricciones del riego estimada podrían ofrecerse soluciones alternativas.
Una de estas soluciones es ajustar el agua disponible a las necesidades críticas del cultivo. Esto se conoce como «riego deficitario». El ajuste del agua disponible o riego deficitario podría optimizarse a partir de simulaciones de la programación del riego con modelos agrícolas. Otra solución sería contratar seguros agrarios, si la probabilidad de restricciones del riego indica pérdidas potenciales superiores al coste del seguro.
Hay varias acciones a tomar por los regantes, que les permiten aumentar la resiliencia frente al riesgo de restricciones del riego, debido a la falta de agua en los embalses. Las herramientas climáticas y de simulación actuales, empleados en el marco de los procedimientos de la ISO 22301, pueden ayudarles a tomar la decisión más acertada desde el punto de vista económico.